o para encontrar
el maldito hilo que me saque de tu laberinto.
¿qué esperabas?
se me han acabado los métodos esta noche.
sí,
lo jodido
es que me tiemblan los dedos con el alcohol
casi tanto como cuando alguien menciona tu nombre,
y ahora tengo que sujetar las letras,
ahora
mi caligrafía es de demente.
tengo celos de tu ropa,
ya ves,
dime si no estoy loco,
de tu sudor a gotas de agosto por la espalda,
de cada una de tus partes.
tengo celos de ti
por tenerte.
atrévete a arrancarme la garganta para que me calle,
usa un bisturí afilado con distancia,
hazme sangre,
desentiérrate de mí y escapa,
déjame dormir,
vivir,
follar.
si no quieres hacerlo
ahógame el aliento con tu boca,
te cambio por dos versos de bragueta
el sabor de tu sexo rasurado.
el sabor de tu sexo rasurado.
no practico el deseo cobarde,
si quieres estar
respírame dentro.
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