jueves, 26 de diciembre de 2013

El final de una barra

   El final de una barra. Un tipo, con la espalda encorvada sobre una pinta de cerveza negra, se sienta sobre un taburete de madera y cuero gastado. Apenas hay luz en aquella esquina, en realidad, apenas hay luz en todo el local. Sólo las botellas alineadas en el más cuidado desorden aparecen brillantes al fondo. Al otro lado una pantalla plana se llena de vídeos musicales sin sonido, donde todos son guapos y fuertes, y las mujeres se mueven incitando al sexo, con un baile de caderas hipnótico por irreal, inconcebible aquí, al otro lado. La música que escupen los altavoces es mucho más potable, más visceral, rock directo al estómago, como la cerveza. Si uno ha de beber solo, que sea al menos con un buen bajo golpeando las sienes. Entró allí por eso, por Aerosmith y porque era el único puñetero local sin adornos navideños de toda la ciudad.

   Al poco apartó el vaso a medias y sacó una pequeña libreta de tapas negras del bolsillo, la abrió y comenzó a escribir sobre la barra. El local estaba casi vacío, afuera se escuchaba la lluvia que había limpiado las calles, bendita sea, de anormales con gorro de papá noel y botella de sidra. Se habrían amontonado, como ovejas bien guiadas, en los rediles de la música electrónica y el reggaeton, sea lo que sea esa basura. En esos templos en los que celebran los fieles de hoy en día, borrachos y fumados, a la caza de un polvo rápido en el baño antes de cenar, la víspera del nacimiento de su amado Jesucristo.

   Tenía ganas de escribir mierda sobre ellos, sobre el invierno que no tiene ni puta gracia porque algunos cuerpos se tapan, sobre ti, que estarás allá, escuchando rap o hip hop o como se te ocurra llamar a eso que escuchaba contigo, o al jodido Ismael Serrano si estás deprimida y se te ha olvidado la pastilla. Cielo, no hay mejor clonazepam que un papel en blanco para hablar con quien echas de menos.

- ¿Qué escribís? - El camarero se había acercado sacando brillo a un vaso brillante, aburrido, moreno, cargado con la putada de trabajar esta tarde y de estar lejos de San Rafael, Mendoza, Argentina, cono sur.
- Mi carta de suicidio, pibe. ¿No te parece una buena noche?
- Sos un boludo si pretendés morir con el estómago vacío, esperá al menos a terminar la cena carajo.
- En realidad es una carta de amor, la noventa y nueve... merecería el Nobel de la insistencia en el desvarío.
- ¿Está linda la piba? ¿Tiene buen revolcón?
- El mejor de todos, compañero. ¿Todos los argentinos sois tan elegantes o sólo los de familia italiana? - Una pareja de lácteos rostros ingleses entró por la puerta y se sentó en una de las mesas.
- Andate a cagar, pelotudo, tengo trabajo. - Las copas anglosajonas y arias tenían tendencia a subir un 50% en honor a las Malvinas, con el consentimiento de la dirección. Sonrió ante la presa.

   " 24 de diciembre de 2013, Aranjuez
   Hola cielo,
no tienes ni la más puñetera idea de lo que te odio. Me he metido en el bar de siempre, con la cerveza de siempre, con mi colega el gaucho, y con la más profunda intención de despellejarte, cortarte a rodajas y arrojarte por el retrete para tirar de la cadena entre sonrisas y lágrimas... "

- ¿Qué escribes? - Pelo castaño de mechón rebelde sobre la frente, ojos quizá marrones quizá verdosos, cuello digno de recorrer...
- Vaya, me he vuelto muy popular en esta esquina, el poder de la palabra escrita...
- Perdona, no pretendía incordiar.
- Tranquila, creo que acabas de salvarme, sin nota no hay suicidio.
- ¿Escribías a tu madre?
- Mierda, la olvidé... - Una sonrisa, se deshizo el empate. - Siento el convencionalismo, pero no te he visto nunca por aquí.
- Me he perdido, odio la lluvia, es un refugio temporal. ¿Y tú qué haces aquí? Un tipo que bebe solo huye de algo.
- ¿No eres muy joven para ir de listilla? En realidad soy como Fassbender en Shame, pero yo no estoy tan bueno.
- ¿Adicto al sexo?
- En un ejercicio de libertad. ¿Cómo acabará esto?
- Tú... tan solo como él.

"... Pero antes, en honor a nuestro primo el Nano... donde quiera que estés, te gustará saber, que antes de cenar has sido mía en otro cuerpo y en mi cama, que me has latido al oído deshaciéndote, que estoy harto de hacértelo con otras, pero que te jodes, porque te lo hago. Feliz Navidad."




 


 

 

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