como no estás aquí esta noche
te poseo desde lejos,
desando la soledad en mi cabeza
para quemarme un rato en el infierno de tu boca,
y atravieso el arco triunfal que forman
tus piernas entreabiertas
cuando cambias de postura en el metro,
frente a mí,
a lo stone pero con ropa.
neruda era un enfermo,
a mí me gustas cuando hablas,
cuando me tratas de dar lecciones,
escondidas
en esa especie de inteligencia pornográfica.
cuando me hablas del trabajo en el ascensor,
de lo jodido del mundo, que el universo se expande,
que nos vamos a la mierda.
y yo lo que quiero es irme a la mierda contigo,
y expandirme en la entrada de tu piso
arrancándote la falda en cuanto cierres la puerta.
y quiero que nos oigan todos cubiertos de pecado,
y gritarles a la cara a través de las paredes
que la especie se extingue por su culpa
y no por la nuestra.
que esto es amor a quemarropa,
que eres mía,
que me pone tu cuerpo y lo demás,
y que lo demás es vida calcinada,
y pasado, y futuro,
y una mirada con ojeras
por encima del café de la mañana.
y ese temblor en los dedos
cuando buscas mi mano en la cama,
y huir de ti para echarte de menos,
y odiarte a tientas cuando duermo solo de madrugada.
oler tu ropa a escondidas mientras te duchas,
y saberme de memoria los libros que lees
cuando estás sola.
como no estás aquí esta noche
serás mía desde lejos, con el teléfono al lado
por si te arrepientes.
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