trato de leer un libro
en el que uno de los personajes
lleva tu nombre
y acabo tumbado durante horas
viendo capítulos repetidos
de una serie que caducó hace cien,
me quedo dormido
con él cerrado sobre el pecho.
y esta jodida tarde gris
ni siquiera empieza a llover.
me encanta su tacto,
me pregunto si tus páginas
son tan suaves como su piel,
si cuando te abres y me miras a los ojos
hueles a papel de novela.
son poco más de doscientas caras escritas,
doscientos diecinueve intentos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario