seguro que me imaginas tramando planes en la oscuridad,
iluminando con una lámpara al bueno de maquiavelo
mientras construyo la trampa en la que me lanzaré sobre ti.
y lo cierto es que lo que leo en alto ahora
son los versos de un loco, te quiero panero,
y en ellos me encuentro más verdad que en toda esta... mierda
que trato de escribir cada noche.
y en esta actitud de lobo enjaulado
con un libro en la mano y algún poema en la garganta,
caminando de pared a pared,
trato de arrancar restos de ti agarrados a la piel de mi cadáver, pero me pierdo.
la verdad es que no se puede concebir la soledad después de haberte conocido,
y prefiero quedarme con un trozo tatuado de ti al vacío de dejar de pensarte,
a un desierto sin tu sombra.
prefiero llenarte una página cualquiera de rosas rojas a base de adjetivos,
o blancas, o el maldito color que prefieras.
desnudarte una vez más en mi cabeza,
(si supieras las veces que lo he hecho...),
recorrerte mientras no hago el menor caso a los clientes,
caminar lisboa contigo sin hacer el menor caso a lisboa.
es fácil de comprender, ¿verdad?
me apeteces hasta cuando camino,
¿cómo coño iba a preferir olvidarte?
mientras tanto mi teléfono sigue acostado sobre la mesa esperando tu llamada.
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