martes, 22 de abril de 2014

Una noche más

No sé si te he contado esto que me pasa
de querer ser siempre otro.
Es algo así como vivir
en un cuerpo prestado
que sufre de insomnio sin saber por qué,
y que se arropa con las sábanas de alguien que no soy yo.
Es no saber si el tipo vagando por el túnel de metro,
que se para a escuchar al viejo tocar los sultanes del swing,
soy yo
o el dueño de mi cuerpo usurpado.

No sé si te he contado esto que me pasa
de morirme por leerte un verso antológico
que he encontrado dentro de un libro nuevo,
y ponerme digno y no hacerlo.
Tampoco mi duda sobre si soy un héroe
o un gilipollas
por haber decidido que no mereces la pena,
cuando ahora tú no estás
y la pena sí,
y cualquiera te diría que no es un buen trato.

Quizá no hayas oído hablar
de mi costumbre de quererte a solas
por las calles de esta ciudad,
de que para mí ya es sólo tuya,
de que se me vacía de gente
porque sufro de ceguera a todo lo que no seas tú,
y como ya no te veo
no veo nada.

Quizá nadie te haya dicho
que cuando me quedo solo con algún amigo
acabo hablando de ti,
por muchos cuerpos que haya rozado esa noche,
por muchas cervezas...
Que te comparo con otros labios,
que los beso con los ojos abiertos por si se parecen a tus ojos cerrados.

No sé si te he contado esto que me pasa
de querer ser siempre otro,
que el otro es cualquiera que se cruza contigo,
cualquiera capaz de tocarte a puerta cerrada
y a piernas abiertas,
cualquiera que sea la piel que rozas con la yema de los dedos,
cualquier arañazo en tu espalda,
cualquier semen que te manche, cualquiera
que no te haya conocido y no te tenga que olvidar.






0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;