dentro de su caja de zarpazos
a millones de kilómetros al lado.
Creando nubes repletas en invernaderos impacientes,
echando de menos
la tormenta.
En mundos diferentes y cruzados,
ignorando semáforos rojos a ritmo de versos
descolgados de una garganta en unos ojos.
Repasando posibles bajas cubiertas de tierra removida,
enterradas con lluvia y de noche,
amortajadas con sexo y polvos que agonizan
en medio del final.
Cuerpos de cuerpo presente mirando al techo,
cubiertos de barro en madrugadas de verano,
durmiendo habitaciones separadas,
evaporando ideas inaplazables,
susurrándolas.
Artistas de lo invidente haciendo malabares
con un cuchillo entre los dientes.
Matarifes del deseo,
sicarios,
asesinos.
Hasta ahora,
eso somos tú y yo.
0 comentarios:
Publicar un comentario