Que no te cosan los labios
con hilos de moralidad,
no les dejes
que te regalen besos sin pan,
que no te asusten los fantasmas
en los túneles del metro.
Mide la distancia en tiempo,
no te distraigas,
no encierres en la celda de anoche
a esta mañana.
Escucha los latidos.
Si te tiembla la mano,
escribe.
Las ciudades están llenas de gente sin alas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario